El jueves
pasado salí con mis amigas. Ultimamente barajamos varias opciones, pero al
repartir y jugar, el ganador siempre es el mismo: Shanghai Dragon.
Ubicado en
el barrio de Villa Crespo, hijo de Gibraltar en San Telmo y hermano menor de
Bangalore en Palermo, Shangai es otro
típico bar de extranjeros. Hay gran variedad de cervezas, happy hour de 5 a 10
PM y exquisita cocina fusión anglo-china. Durante mi primera visita a Shanghai
degusté, aunque debería decir devoré: una hamburguesa completa con papas fritas,
durante la segunda: nachos con guacamole y queso fundido, y durante la
tercera, que fue esta última: pollo picante con arroz. La bebida elegida
siempre fue la misma: fernet-cola y mi compañera de happy hour, siempre es la
misma también: Lore. Mire prefiere cerveza.
Los platos
son abundantes y la mayoría para compartir. En el subsuelo está ubicada la
cocina que está a la vista del público. Lo cual habla muy bien del cuidado y la
calidad del lugar.
Demás está
decir que siempre hay extranjeros pero no son multitud. La mitad más uno la
hacen los grupos de amigos y compañeros de oficina que trabajan cerca. Y la
mayoría provienen de productoras de música y cine, agencias de publicidad y
estudios de diseño. De hecho, en esta última vuelta me encontré con un ex
compañero de trabajo en mi breve paso por una agencia: Tomy. Me encanta volver
a ver gente, que aunque conociste por poco tiempo, recordás con cariño. Y más
aún cuando los ves contentos.
Nota para
Tomi: Lamento no haberte sacado una foto para incluirte en esta publicación, ni
haber brindado en ese momento por los viejos tiempos de trabajo duro! Vale
igual por incluirte en el texto y brindo simbólicamente por vos y tu actual
presente, chin chin!
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