Después de
comer en Morelia, como si fuera una
adolescente, mis padres me dejaron en la puerta de Fakin Bar.
La banda ya
estaba tocando.
Pagué mi
entrada, pagué mi trago, me adelanté entre el público y conocí a Los Colocci. Me
gustaron enseguida.
La situación
era complicada. El escenario era muy pequeño, estaba muy arriba en un
entrepiso, la baranda de la escalera estorbaba y las luces cambiaban de colores
constantemente.
No soy
fotógrafa profesional, asique obvié todos estos detalles. Saqué mi cámara, hice
lo que pude y disfruté del show. En definitiva era a lo que había ido.
No pude
escuchar el recital completo pero fue suficiente para volver por más.
Quieren ver,
bailar y escuchar buen rock? Vayan a ver a Los Colocci. Seguramente yo estaré
ahí.
Para
conocerlos y enterarse sobre las próximas presentaciones, pueden hacerlo ingresando aquí y aquí.
Creyeron que eso era todo? No señores. La noche del Fakin Bar tenía mucho más para ofrecer.
Por más rock, sigan mi siguiente post.
Continuará…
Arte en todo sentido... Da gusto leer textos tan bien escritos.
ResponderBorrarGracias!!!
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