7 de abril de 2014

OH MY CAKE! OHLALÁ!







No hay nada mejor que una buena noticia para empezar el domingo. Eso o comer algo rico, como una de mis tortas. Modestia aparte…
El domingo a media mañana me despertó mi hermana para decirme: te publicaron en Ohlalá! Venite a desayunar. Salté de mi cama y allí fui volando en mi bici. Leímos la revista y brindamos con café con leche. Pero la mejor forma de festejar y de pasar un domingo nublado y lluvioso era hacer una torta. Tiramisú es uno de mis postres favoritos y nunca lo había hecho. El que hacen en el restaurant La Huella de Punta del Este es famoso y después de hacer algunos de sus platos, del libro que editaron el año pasado, comprobé que saben lo que hacen y por algo su fama. Por ello, esta receta de Tiramisú que elegí copiar y compartir.
Hice la receta el mismo domingo pero como me llevó tiempo conseguir todos los ingredientes, la preparación (que es la parte rápida) y las seis horas de heladera mínimo que necesita, decidí llevarlo a lo de mi hermana al día siguiente y degustarlo con un rico té. Porque lleva mucho café! Y así de paso seguir festejando, porque para mí, siempre hay un motivo para brindar: por la cocina y la fotografía, por las cosas y las personas que me inspiran, porque de lo malo se aprende y lo bueno te ayuda a seguir adelante. Porque es lindo y hace bien hacer las cosas solo para uno mismo pero cuando te lo reconocen, también está buenísimo! Gracias Revista Ohlalá! 
Para más info sobre la revista, pueden meterse aquí y aquí.
Para tener el libro de La Huella entren aquí.
El té con el que acompañamos el Tiramisú era de Tealosophy, pueden encontrar ese y muchos más aquí.
El queso mascarpone es difícil de conseguir pero en Jumbo lo tienen y aquí lo pueden comprar online.
Va la receta:   
Ingredientes
½ litro / 2 tazas de café fuerte (expresso o de filtro)
1 cda. de licor Amaretto di Saronno o Cognac (yo usé un licor extra seco porque era lo que había)
100 grs. / ½ taza de azúcar
120 ml. / ½ taza de agua
3 yemas
400 grs. de queso mascarpone
350 grs. /24 unidades de vainillas / bizcochos de soletillas / de champagne (yo usé vainillas)
1 cda. de cacao en polvo
1 cda. de café instantáneo
Preparación
Preparar el café y colocarlo en un recipiente amplio y hondo. Cuando esté tibio agregarle el licor y reservar.
En una cacerola pequeña mezclar el azúcar y el agua, y llevar a fuego suave, sin revolver una vez que el azúcar se disuelva. Mientras el almíbar hierve y se cocina, batir las yemas con batidora eléctrica hasta que estén espumosas y blancas. Cuando el almíbar llegue a punto de hilo (118°C, o cuando al dejar caer una gota, esta forme un hilo muy delgado; también se percibirá que el burbujeo se vuelve más lento), unirlo a las yemas haciéndolo caer, sin dejar de batir hasta que se enfríe a temperatura ambiente (10-15 minutos). Quedará una crema bien consistente. Incorporarle el queso mascarpone batiendo suavemente y terminar a mano con espátula de goma, descartando los trocitos de almíbar cristalizado que pueden haberse adherido al borde del recipiente.
Luego elegir una fuente rectangular de 20 x 25 cm y 6 cm de profundidad aproximadamente (en esto no hice caso porque no tenía, y usé una ovalada con poca profundidad). Sumergir uno a uno los bizcochos en el café con licor, dándolos vuelta para que se embeban bien (sin que se deshagan) e ir colocándolos uno al lado del otro formando una base. Rellenar todos los huecos para que la superficie quede totalmente cubierta. Colocar encima la mitad de la crema de mascarpone y alisarla con una espátula de goma. Tamizar juntos el cacao y el café y espolvorearle una cucharada de esta mezcla encima. Repetir todo formando una segunda capa y terminar con la otra cucharada de cacao y café. Llevar a heladera por lo menos 6 horas. Dicen que dura hasta una semana, tan rico como el primer día.