2 de abril de 2014

CIUDAD DEL CABO III PARTE / CAPE TOWN III PART






















Para nuestro último día, teníamos pautada una excursión de medio día al Cabo de la Buena Esperanza, donde se produce la unión de los dos océanos: Índico y Atlántico. Esta vez nos levantamos bien temprano para poder desayunar. Para llegar hasta allí, recorrimos toda la península parando en un solo lugar a la ida, hasta llegar al Cabo y en un solo lugar a la vuelta. La primera parada fue en un mirador donde nos encontramos con varios ciclistas. En casi todas las excursiones en Ciudad del Cabo te dan la posibilidad de hacerlas en bici. Lamentablemente no tengo fotos del resto del camino porque fue un viaje directo hasta Cape of Good Hope. Solo les puedo contar que el paisaje me dejó embobada. No paré de ver montañas, bosques, playas, y hasta animales que no había podido ver de cerca en los safaris. Como avestruces y monitos baboon. 
El mirador se encuentra dentro del Parque Nacional de la Montaña de la Mesa. Al llegar allí, nos dieron solo un rato para recorrer el lugar, sacar fotos y subir hasta la primera base del mirador mediante un funicular. Llegamos solo a la primera, porque para llegar a la base más alta había que hacerla a pie y no nos daba el tiempo para volver a reunirnos con el grupo. Les confieso que solo tengo la foto con el cartel pero nunca vi la unión de los dos océanos. Eso fue un tanto desilusionante porque antes de hacer este viaje, algunas personas que habían estado aquí me habían contado que se veía la unión sobre el mar. Una turista proveniente del Líbano, que venía en la misma excursión, me dijo que podría ser por la época del año. Que quizás en invierno, al cambiar las mareas, se pueda ver mejor la diferencia de colores en las aguas.
Durante el camino de regreso, paramos en Simon´s Town a conocer la colonia de pingüinos.
Tanto este pueblo como Muizenberg son encantadores, y eso que los vi de pasada desde arriba de una combi!
A la vuelta le pedimos al chofer que nos deje en el Waterfront para poder recorrerlo bien. Aprovechamos para caminar, hicimos algunas compritas, almorzamos, disfrutamos de un show callejero de música y danzas autóctonas, y hasta me saqué una foto de la mano de una escultura de Nelson Mandela, junto a los otros tres ganadores del premio Novel de la Paz sudafricanos: Albert John Lutuli, Desmond Tutu, y Frederik Willem de Klerk.
Recomendación y consejo: Si vienen a Ciudad del Cabo no pueden perderse de hacer las excursión de los viñedos y la de la península. Pero eso sí, no las hagan de medio día. Estos paseos valen, merecen y requieren un día completo. Los veo en mi próximo post: Mauritius. Están ahí?
Para más información sobre Cape of Good Hope entren aquí.
Para conocer Simon´s Town: aquí.
Pueden twittearme: aquí.

30 de marzo de 2014

CIUDAD DEL CABO II PARTE / CAPE TOWN II PART




















Nuestro segundo día en Ciudad del Cabo comenzó cuando nos pasó a buscar por el hotel una combi a las 8AM. Esta nos llevó a una excursión de mediodía a los viñedos de la zona de Stellenbosch. Cómo no tuvimos tiempo de desayunar y no nos dimos cuenta de comprar algo el día anterior, como para hacer un pequeño e improvisado desayuno durante el viaje, que duró aproximadamente una hora. No tuvimos otra que desayunar al llegar. Y qué desayunamos? Quesos y vino.  Visitamos dos bodegas y mi preferida fue la segunda. Esta estaba decorada con corazones porque justo era San Valentín. Allí compré varios vinos, blancos y tintos. La verdad es que no soy consumidora de vino blanco, pero el sauvignon blanc que probé me gustó tanto, que decidí traer algunas botellas a Buenos Aires, para compartir y volver a disfrutar. De regreso en la ciudad fui a almorzar a un coqueto restaurant en el Waterfront. Pedí un plato con distintas variedades de pescado y para poder seguir adelante con el resto del día, decidí acompañarlo solo con agua. Después partí a cumplir con lo que me había quedado pendiente del día anterior: fui a conocer la montaña de la mesa. Si vuelvo alguna vez a Cape Town, volvería a subir a su mirador. Habré estado una hora allí arriba y me hubiera quedado hasta el anochecer. Estaba soleado, no había una gota de viento y se acercaba la hora mágica. Esta ciudad me cautivó por completo, pero el puesto número uno de los lugares que conocí allí, se lo llevó esta maravilla del mundo. Después de caminar por su mirador hacia un lado y otro para no perderme ninguna de las vistas, volví a tomar el teleférico para bajar y volver a subirme al hop on-hop off. Ya de vuelta en el hotel, me conecté para hacerles mi parte diario a familia y amigos. Pasé a buscar a mi madrina y nos fuimos a cenar no muy livianito.
Todavía me queda el tercer y último día en Sudáfrica para mostrarles y contarles. Espero que hasta ahora les hayan gustado las fotos.
Si quieren saber más sobre Stellenbosch y Table Mountain pueden hacerlo ingresando aquí y aquí.