17 de enero de 2014

HAPPY HOUR











Hace unos días tuve comida familiar. La excusa fue reunirnos para degustar un vodka super premium, que le habían regalado a mi cuñado para Navidad. Nos juntamos de noche pero un poco más temprano que de costumbre, para así poder armar una especie de happy hour que acompañamos con nachos y queso cheddar.
Los tragos que nos ofreció Nico fueron: Caipiroska y Vodkatonic con pepino. Ambos deliciosos, pero para variar, decidí continuar con el segundo. Más tarde hubo asado también preparado por el barman.
Lo que comimos: provoleta, morcilla a la vasca, chorizo, matambrito de cerdo, vacío y tira de asado. Si ya han leído otras publicaciones, se habrán podido dar cuenta que, está familia, no calcula cantidades. Además Tete preparó una ensalada bien grande y para el postre, pedimos helado a Freddo (el de chocolate amargo es mi nuevo favorito).
Acerca del vodka, les aclaro que no soy una especialista en destilados, pero si noto la diferencia cuando es de calidad superior, y en esta oportunidad, no solo lo noté en el sabor, sino también al día siguiente, cuando me desperté fresquita como una lechuga.
Perdón por las fotos, había tomado un poquito…
Para los que tienen Pinterest, también estoy aquí.

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